17.9.07

Lo Sustantivo, Señores

Hace varios meses se desató en Lima una polémica sobre el contenido informativo en los medios nacionales. El lío empezó por unas críticas hechas por el Monseñor Cipriani, Cardenal Arzobispo de Lima, acerca de lo que él consideraba la excesiva cantidad de reportajes negativos en los noticieros nacionales. El revuelo ocasionado por las opiniones del Monseñor, lamentablemente, no duró más de una semana y acabó como acaban la mayoría de las discusiones importantes en el país, es decir, sin mayores conclusiones.

A principios de Agosto de este año, se difundió el audio de una riña entre Genaro Delgado Parker y el director de prensa de Panamericana Televisión. El audio y su emisión fueron en si controvertidos. Pero, en esa controversia, nadie recaló en cierta parte del reclamo de Delgado: que el contenido del noticiario era vergonzoso por consistir principalmente de reportajes policiales. El audio, se divulgó después, era de una conversación que había sucedido en el año 2005. Nada ha cambiado, pues, en los dos años desde la conversación de Delgado Parker hasta la crítica del Monseñor.

Está claro que ninguno de los dos mencionados críticos son santos de mi devoción - ni la de mucha gente; pero no por eso dejan de ser voces importantes dentro de la sociedad peruana. Yo diría que no importa quién haga la crítica, si es ésta se basa en la verdad. Y, señores, lo que ambos personajes dijeron es verdad.

La noche siguiente de las declaraciones del Monseñor, hice algo que muchos considerarían un ejercicio ocioso. Lápiz en mano, vi los noticieros nocturnos de América y ATV. Comprobé que los reportajes policiales o aquellos sobre tragedias personales eran no sólo la mayoría de los reportajes presentados, sino que además ocupaban la gran mayoría del tiempo que dura cada uno de ellos. (El contenido del noticiario de ATV era un poco más balanceado).

Si un noticiario norteamericano empieza con el reportaje de alguna persecución policial, se dice que se trata de un "slow news day" (un día de pocas noticias). El día que conduje mi experimento, no era precisamente un día falto de noticias. Pero, así lo fuere, tampoco es excusa valedera cuando todos los días pasa lo mismo.

No vamos a entrar en discusión sobre qué constituye noticia. Pero, si el deber primordial de la prensa es informar, en un país como el nuestro, la prensa tiene además el deber de educar. Y, entonces, debemos tomar en cuenta que hay de educativo en reportar 2 ó 3 asesinatos o robos comunes cada día.

Habría que continuar esta discusión. Habría que exigir que la prensa cumpla con sus deberes. Quizá si hubiese un compromiso general de la prensa en regirse por ese mínimo precepto, la carrera por conseguir mejor rating sería más alturada y el beneficiado sería el pueblo peruano.

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