25.5.09

El APRA y sus Enredos

¡Ay, APRA, cómo me das pena!! Después de ver los acontecimientos alrededor de las elecciones internas, sólo me queda decir eso. Y, es que no es raro ver problemas en las elecciones internas de cualquier organización de nuestro Perú. Pero, acostumbrados estamos a pensar que el APRA es el partido mas antiguo del país, y por ende, el más organizado, el más disciplinado, el que ha sabido mantener bajo control los líos internos, las disputas personales de sus líderes, en fin, la ruma de trapitos sucios que se acumulan tras 85 años de vida. Por eso, estos desmanes en tan variadas sedes regionales del partido nos han dado pena y preocupación. Ojalá que los compañeros sepan volver a su partido a la disciplina y la normalidad en el menor plazo posible... por el bien del APRA y del Perú.

En verdad no pedimos esto sólo del APRA, sino de los demás antiguos partidos del Perú que, en alguna forma, quedan aún (e.g., Acción Popular, Partido Popular Cristiano, Democracia Cristiana, etc.). Pensamos que el Perú requiere de partidos fuertes y bien organizados. Pensamos que eso requiere, no sólo de proyectos políticos, ni siquiera de proyectos de gobierno, sino de una filosofía común, de una ideología de partido, algo más allá de la coyuntura política, algo más grande que la presencia de un caudillo. La ausencia de estas cualidades descarta a la gran mayoría de los modernos "partidos" políticos que ahora se forman alrededor de cualquier figura mediática, incluídos por supuesto a Unión por el Perú (aún aquella versión que formara Javier Pérez de Cuellar en 1994, mucho peor a la actual versión), Solidaridad Nacional, Partido Nacionalista y mucho más al novísimo Partido Político Bien Peruano, entre otros. No es casualidad que lo primero que buscaron Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos fue precisamente eso, la destrucción de los partidos políticos "tradicionales," ya que sin ellos la democracia en el Perú no podía, ni puede, surgir.

Triste también es ver la sonrisita socarrona de Rosa María Palacios tras mostrar el reportaje del caos en las elecciones apristas. Si no fuera porque la segunda parte de su programa lo dedicó al reportaje sobre el dinero que utilizó Fujimori en la educación de sus hijos, pensaríamos que su corazoncito fujimorista todavía late. ¿Para quién juega la Palacios?